La hermosa pero
enérgica Lillian Bowman aprendió muy pronto que sus modales de americana
independiente no eran vistos con simpatía. Y el más desaprobador de todos era
el insufrible, esnob e imposible Marcus, conde de Westcliff, el mejor partido
entre los aristócratas londinenses de esos tiempos, los de la reina
Victoria...Sucedió en el jardín…...que Marcus la tomó imprevistamente en sus
brazos. Lillian se sintió desbordada por la pasión por ese hombre que ni
siquiera le gustaba. El tiempo se detuvo, y fue como si nadie más existiera en
el mundo...Sucedió un otoño...Marcus era un hombre que sabía controlar sus
emociones. Pero con Lillian, cada roce era una exquisita tortura, cada beso
encendía el deseo de más besos... Sin embargo, cómo podría siquiera considerar
tomar como esposa a una mujer tan claramente inadecuada?
Descargar:
No hay comentarios:
Publicar un comentario