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martes, 18 de diciembre de 2012

MAGNOLIA - DIANA PALMER






Todo autor que se enfrasca en la aventura de escribir un libro en donde confluyen e interactúan diferentes personajes, antes de escribir la obra, debe definir claramente: la personalidad, lo que espera, las fuerzas y debilidades de cada uno de ellos, y, lamentablemente, no sentí que este fuera el caso. El comportamiento de los personajes me parecía incoherente, errante, no había una personalidad definida, era difícil decir si el personaje masculino principal, por citar un ejemplo, era un hombre fuerte, seguro, de sí mismo, de buen corazón, o si por el contrario era indeciso, inconstante, duro y frío, no podías definir si se identificaba con las clases "inferiores" o si era un verdadero "snob"; mismo comportamiento y actitudes desorganizadas pueden observase en los demás personajes, algunos, en un momento eran toda fortaleza, independencia y carácter y al instante  se dejaban apabullar y pisotear como mansos gatitos.

El argumento de la historia, a pesar de ser acerca de lo típicos matrimonios concertados característicos en muchos relatos de la editorial Harlequin (la historia se desarrolla en Estados Unidos, Atlanta, inicios del siglo XIX), tiene potencial, y cuando lees la sinopsis te parece bastante atractiva y se te forman muchas expectativas, pero al leer el libro te preguntas: "¿Qué hubiese sido de la historia en las manos de otra autora que sí hubese sabido sacarle provecho?", y sientes lástima al saber que el relato pudo haber sido explotado de una mejor forma. No percibía una transición entre una escena y otra, y a veces tenía la impresión de que había incluso momentos que se desarrollaban de forma muy forzada; la historia tenía sus partes interesantes, y en algunos instantes experimentaba ciertos grados de recuperación, pero ese objetivo, a mi modo de pensar, no se logró. Otro punto débil era la forma de narrar, es un libro relativamente corto, pero tardé un poco más de lo habitual en leerlo porque la historia no me motivaba; había escenas eróticas en el relato, pero que no te sabían a nada, existen autores que te elevan, que te arrastran, que te permiten sentir en tus propias carnes las mismas caricias y el mismo desbordamiento de emociones que están presentando los personajes, pero este no fue el caso.

Este libro pertenecerá a mi colección "de los no leídos otra vez". Invito a que lo lean y me den su opinión, para ver si coincidimos o no, ya que esta es solo la opinión de un "amateur" (por decirlo de alguna forma), en lo que a técnicas de narración y escritura profesional se refiere. 

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